Santo Domingo, 10 jun (EFE).- El presidente Luis Abinader reiteró que no utilizará el poder «absoluto» del que dispone en el Congreso Nacional para intentar prolongarse en el poder y, por el contrario, impulsará la reforma constitucional de la que ha hablado varias veces para ponerle un «candado» a la carta magna, y así evitar en el futuro que sea modificada para provecho del gobernante de turno.
«A los amigos de la oposición que no se desesperen, que dentro de poco se sabrá si es como ellos dicen o si es como lo digo yo. Que esperen la reforma, que estamos trabajando sobre ella», respondió Abinader a una pregunta en su rueda de prensa de los lunes en el Palacio Nacional.
Insistió en que ese es el «legado» que quiere dejar al país, al tiempo de remachar en que «no todos somos iguales», en alusión a las apetencias de poder.
También recordó que su interés en modificar la Constitución tiene por objetivo convertir el Ministerio Público en un organismo independiente.
Por otra parte, destacó la rapidez conque la Policía Nacional dio con los integrantes de las dos bandas que asaltaron una sucursal del Banco de Reservas en Santiago y otra del Banco Popular en Santo Domingo.
«Miren lo rápido que se investigaron esos casos, en un tiempo casi récord (…) no les va bien a quienes asaltan, no les va bien, es un mensaje», advirtió.
Los asaltantes del Reservas se encuentran cumpliendo prisión preventiva y de los cuatro identificados por el asalto al Popular, dos fueron abatidos por la Policía.
Abinader también habló de la reciente designación de un nuevo director general de Pasaportes, la tercera persona que en su gestión ocupa ese puesto.
«Estamos brindando soluciones, buscando dar un buen servicio a los dominicanos (desde Pasaportes), hoy estamos dando el doble de pasaportes, ahora mismo están viajando unos 300,000 dominicanos al año a Colombia, para citar un ejemplo, y ya estamos hablando de la pronta implementación del pasaporte biométrico», agregó.
Otro punto que tocó el presidente, fue el de convertir las viviendas del dictador Rafael Trujillo, la del expresidente Juan Bosch y la del exlíder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) José Francisco Peña Gómez, en lugares de atractivo turístico.
Se refería, particularmente, a una residencia de veraneo que poseía el dictador Trujillo en su natal provincia de San Cristóbal, que es conocida como la ‘Casa de Caoba’, que está abandonado, así como a la casa campestre en la que Peña Gómez vivió sus últimos años, también ubicada en San Cristóbal.
En cuanto a la residencia de Juan Bosch, dijo que su Gobierno ha sostenido conversaciones con sus descendientes para los mismos fines. Bosch residía en la capital.EFE