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Querido básquet…», comenzó la misiva que el jugador publicó en el The Player’s Tribune, un espacio abierto para que los atletas se expresen. «Desde que empecé de niño a lanzar tiros imaginarios me enamoré de ti. . Mi corazón y mi mente pueden con todo pero mi cuerpo ha comprendido que es el momento de decir adiós», agregó el escolta.
Con esas palabras Kobe Bryant, de 37 años, anunció que se retirará al final de la presente temporada de la NBA luego de 20 años en Los Angeles Lakers y tras unos últimos meses plagados de lesiones.
Inmediatamente después de ser elegido por Charlotte Hornets en el puesto 13 de la primera ronda del draft de 1996 (al que llegó sin pasar por la universidad), expresó su deseo de no jugar en ese equipo y el dueño del elenco de los Lakers cedió a su mejor figura para contar con él.
A partir de allí comenzó una relación entre el equipo y el jugador que dejaron cinco títulos de la NBA. Debutó ante Minnesota Timberwolves el 3 de noviembre de 1996 y si Los Angeles no se clasifican a las playoffs –algo probable tras un arranque con dos victorias y 14 derrotas, el peor del Oeste- se despedirá en el Staples Center el 13 de abril ante Utah Jazz.
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En 20 temporadas, ganó cinco anillos de la NBA, fue elegido dos veces MVP de las Finales y uno de la Regular Season, disputó 17 All-Star con cuatro premios como Jugador Más Valioso, 11 inclusiones en el Mejor Quinteto de la Temporada, nueve en el Mejor Quinteto Defensivo, dos galardones de Máximo Anotador de una Temporada y hasta un concurso de volcadas en 1997.
Conquistó dos medallas olímpicas de oro en Londres 2012 y Beijing 2008 con los Estados Unidos, es el máximo anotador de la historia de los Lakers y el tercero de todos los tiempos sólo por detrás de Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone y tiene el récord de más triples en un partido con 12.
«Desde que empecé de niño a lanzar tiros imaginarios me enamoré de ti. Un amor tan profundo que ha hecho que te haya dado todo lo que tenía dentro. De mi mente y mi cuerpo a mi espíritu y mi alma (…). Lo di todo por ti porque eso es lo que se hace cuando algo te hace sentir tan vivo como tú me hacías sentir. Le diste a un niño de seis años el sueño de los Lakers y siempre te amaré por eso. Pero ya no puedo obsesionarme contigo (…). Y me siento bien. Estoy preparado para dejarte ir. Los dos saborearemos cada momento que hemos pasado juntos. Lo bueno y lo malo (…). Y los dos sabemos que haga lo que haga en el futuro siempre seré ese niño que soñaba apuntando mi balón a un cubo de basura como si sólo quedarán cinco segundos para el final de un partido imaginario. 5, 4, 3, 2, 1… Siempre te querré. Kobe», expresó Bryant en su carta de despedida.