NUEVA YORK.- El alcalde de Nueva York, Eric Adams, cree que la inmigración masiva llegada a la ciudad en el último año “va a destruir Nueva York”, en su último llamamiento dramático para pedir mayor implicación del Gobierno central para controlar el flujo migratorio.
Las palabras de Adams se produjeron ayer, pero el jueves comenzaron a reflejarse en los medios ante el tono empleado por el mandatario.
“Nunca en mi vida he tenido un problema al que no le viera un final. No veo un final para esto. Este asunto va a destruir Nueva York”, afirmó Adams en las declaraciones más dramáticas que ha hecho desde que decretó el año pasado un estado de emergencia por la llegada de inmigrantes, y recordó que 10.000 están llegando mensualmente.
“Gente de todo el mundo está decidida a pasar por la parte sur de la frontera y entrar a la ciudad de Nueva York”, afirmó.
Reiteró que de continuar la situación para el próximo año la ciudad enfrentará un déficit de US$12.000 millones, que obligará a reducir los servicios que se brindan a comunidades de los cinco condados.
AUMENTO FLUJO DE INMIGRANTES
Desde que comenzó el flujo de inmigrantes, que en su mayoría eran venezolanos pero ahora incluye a gente de África Occidental, han llegado 110.000, de los que 60.000 están bajo cuidado de la ciudad, incluyendo 20.000 de niños.
La ciudad ha tenido que albergar a los recién llegados a los que ha ubicado en hoteles, carpas en campos de fútbol, antiguas escuelas, gimnasios y evalúa otras alternativas ante el continuo flujo que en las últimas tres semanas ha rondado las 3.000 personas semanales.
La ciudad tiene la obligación, por una orden de un tribunal de hace cuatro décadas, de proveerles albergue, comida y otra asistencia, así como educación para los niños, situación que según Adams les llevará al déficit fiscal, y sin que hasta ahora haya recibido la ayuda económica que tanto él como la gobernadora Kathy Hochul han reclamado al gobierno federal.
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